¡Tres kilómetros de recorrido mágico en la ruta por el Camino de Ronda de Roda de Berà en familia!
¡La ruta por el Camino de Ronda de Roda de Berà es una excursión perfecta para hacer en familia! Y es que se trata de una ruta de solo 3 km de ida, y otros 3 de vuelta, con caminos de fácil acceso y para hacer incluso con cochecito. Desde Sortir amb nens os explicamos todo lo que tenéis que saber para hacer el Camino de Ronda de Roda de Berà con niños y niñas. ¿Preparados? ¡Empezamos!
Iniciamos la ruta en el parking del paseo marítimo de Roda de Berà, y después de atravesar las vías del tren por un túnel, ¡nos encontramos de pleno con la playa! Giramos hacia la izquierda y empezamos nuestra excursión.
El primer tramo tiene algunas pequeñas subidas, pero, aun así, es muy fácil de hacer y seguir, ya que toda la ruta es sobre caminos bien asfaltados, empedrados o con pasarelas de madera. ¡Ah! Y no os olvidéis de mirar bien todo el entorno, porque nos rodean paisajes maravillosos.
Pasamos por delante de la ermita de la Mare de Déu de Berà y seguimos el camino con la playa de Capellans a nuestra derecha. ¡Por cierto! Si el tiempo acompaña, siempre podéis bajar a una de las calas a refrescaros y nadar un poco. Así que llevad siempre el bañador encima.
Durante la excursión podemos disfrutar de la sombra que nos proporcionan los pinos que rodean el camino y, si queremos descansar, siempre hay algún banco a nuestra disposición.
Además, en todo el recorrido nos iremos encontrando con pequeños miradores que nos dejan ver calas naturales y todo el mar Mediterráneo.
Por fin vemos el Roc de Sant Gaietà durante el último tramo que pasa por el lado de la playa de la Punta d’en Guineu.
Para acabar nuestra ruta, ¡una foto en el mirador!
Y después de este camino mágico con el mar como acompañante especial, ¡llegamos al Roc de Sant Gaietà! Dedicad un buen rato para conocer y pasear por este pequeño pueblo de Roda de Berà. ¡Os encantará!
Para volver al aparcamiento, solo tenemos que volver a hacer el mismo camino que hemos seguido hasta el Roc de Sant Gaietà. ¡Seguro que descubrís cosas nuevas! O, si el tiempo acompaña, podéis refrescaros a una de las calas que encontráis por el camino.
