¡Que jueguen a ser lo que ellos quieran ser!
Nos pintamos la cara para jugar.
Pintamos sus caras con sus personajes de dibujos preferidos, como si fueran un animal, un ser fantástico … No hay barreras cuando tenemos pintura para la cara.
Podemos inventar juegos de rol donde los niños se conviertan en sus personajes preferidos.