EL CASTILLO DE MONTCLAR, EN EL URGELL

Declarado Monumento Histórico Artístico

Ubicado en la parte más alta de la Serra de Montclar, a 500 metros de altitud, buscando las mejores vistas sobre sus tierras, el castillo ondea su bandera en la cima de la torre de homenaje, señal de que está habitado. La familia De Miguel, una de las más antiguas de Catalunya, es la propietaria.

Es el castillo más antiguo de la zona, declarado Monumento Histórico y Artístico de carácter nacional.

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Los De Miguel ofrecen su fortaleza a los visitantes ansiosos de viajar en el tiempo.

Un viaje hasta la época de la reconquista. La repoblación cristiana del territorio está en juego y el Castillo de Montclar defiende la frontera entre la «Catalunya Vella» y la «Nova»…

La historia ha quedado para siempre escrita entre las piedras del castillo.

El Castillo de Montclar levanta sus paredes encima de los restos de una antigua torre romana. En la fachada de la fortaleza hay una inscripción que indica que fue reconstruido el año 1635, pero los historiadores afirman que está documentado del año 981. Se trata, pues, del castillo más antiguo de la zona.

Restaurado por última vez en 1970 y declarado Monumento Histórico Artístico el año 1979, las paredes del Castillo de Montclar parece que quieren relatar todo lo que sucedió en el transcurso de la historia.

La parte más antigua es la planta baja y la que fue la Torre de Homenaje de la antigua edificación, soporte de la actual fortaleza. Así, observando la piedras que lo forman (las llamadas «piedras testimonio») se pueden distinguir las distintas etapadas de construcción: del suelo a unos 4 metros de altura corresponden al siglo XIII, y la parte superior data del siglo XV.

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Y, como pasa en todos los castillos medievales, de ser construido con el objetivo principal de punto de defensa pasa a ser la residencia de señores feudales, a la vez que, a su alrededor, la gente que trabajaba las tierras de los señores o en el propio castillo van construyendo casas. Eso sí, en caso de ataque, los nobles, que eran los únicos que tenían armas, estaban obligados a dejar entrar en el castillo a todo el pueblo.