¿Cómo deben mirar los niños la televisión?
¿Puede la televisión influenciar negativamente a los niños? La respuesta es Sí.
La televisión se ha convertido en una niñera ideal: hipnotiza a los niños y los mantiene sentados en la silla o en el sofá. Pero eso que ya les va bien a los padres se convierte en un perjuicio para ellos. No es bueno que los niños se pasen la tarde o los fines de semana enganchados a la televisión.
La televisión es una herramienta que entretiene, informa y acompaña a los niños y niñas, pero también es una arma que los puede influenciar negativamente y puede favorecer conductas violentas.
Les aleja de la familia, de los juegos, del deporte y de la convivencia con otros niños. Quedan abducidos y en muchas ocasiones ni responden las preguntas de los padres.
La actitud pasiva que los niños tienen delante de la televisión les vuelve sedentarios y evita que desarrollen su creatividad, les limita la imaginación y condiciona que puedan imitar conductas que ven, pueden volverse más violentos, convertirse en compradores compulsivos, etc.
Si suman horas de televisión, restan horas para el resto de actividades como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social.
¿Cuál es el riesgo que corren los niños que miran demasiado la televisión?
- Hay un índice más alto de que sufran fracaso escolar
- Juegan menos al aire libre
- Leen menos libros
- Hacen menos ejercicio, hecho que predispone al sobrepeso
¿De qué manera los podemos ayudar?
Los padres y familiares pueden ayudar a sus hijos a que tengan experiencias positivas con la televisión sin que condicione sus conductas.
Lo primero que se tiene que hacer es escoger programas aptos para el desarrollo de los nilos.
Mirar la televisión con ellos e insistir en los comportamientos positivos como la cooperación, la amistad, el interés por los demás y los valores personales y familiares.
Limitar el tiempo de TV. Los niños y niñas de menos de dos años no deberían pasar más de una hora a la semana delante del televisor, y el tiempo recomendado para niños mayores de 3 años es de dos horas semanales.
Es importante que a la hora de comer o de estudiar, la televisión esté apagada. El aparato no debería interferir en la comunicación familiar ni en las tareas de aprendizaje de los niños y niñas.