¡Qué visitar en la ciudad medieval de Carcassone con niños!
Carcassone es una de las ciudades medievales más importantes de Francia, sobre todo teniendo en cuenta la historia cátara de esta región francesa. Esta ciudad combina historia, decenas de actividades culturales, mucha gastronomía, ¡y variedad de ofertas para disfrutar de Carcassone con niños!
La parte medieval de Carcassone
La parte medieval de Carcassone es la más importante y también la más impresionante. ¡Parece que estemos en un cuento de caballeros y princesas!
Los niños se lo pasarán en grande. Tiene un paisaje increíble, tanto desde lejos, como las vistas que vemos del castillo, como una vez dentro paseando por sus murallas.
La parte medieval de Carcassone es una antigua fortificación que, a pesar de haber sido reconstruida varias veces, mantiene su antigua estructura. Tiene dos itinerarios que se deben visitar: el paseo desde fuera del castillo, o lo que sería la antigua muralla de la fortificación, que sirve para ver la zona medieval desde fuera y admirar los paisajes, y por otra parte el recorrido por el interior de la parte medieval.
Las callejuelas de la parte medieval combinan pequeñas casitas de piedra, tiendas gastronómicas, vinícolas o artesanales, y la iglesia y el castillo de Carcassone. Sin embargo, sólo paseando por sus calles parece que estemos en la Edad Media. Y hay un montón de pequeñas estatuas donde parar para hacernos una foto y admirar nuestro alrededor.
Al castillo se puede acceder por una de las calles principales de la parte medieval. Para los menores de 25 años es gratuito. Y dentro del castillo se puede hacer un recorrido por las murallas de este, al tiempo que aprendemos toda la historia de esta villa medieval y disfrutamos de las vistas que se ven paseando por encima, tanto del casco antiguo como del resto de Carcassone.
La ciudad de Carcassone
Aunque la parte amurallada y medieval es la más importante de Carcassone, ¡la ciudad tiene muchas zonas para ver! Encontramos pequeños callejones llenos de típicas casitas francesas, cafés y restaurantes donde disfrutar de una buena comida y ofertas culturales como el museo de arte, la iglesia y la catedral.
Y no hay que olvidarse de pasear por el centro de la ciudad, donde encontramos un montón de motivos decorativos que llenan la ciudad y que son muy bonitos para ver y hacer fotos con los pequeños.
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