Qué ver en el Pantano de Sau con los niños
Seguro que habéis oído hablar mucho del Pantano de Sau aunque quizás no os acordáis. ¡Es el famoso pantano donde se esconde un pueblo perdido! Y donde todavía se puede ver el campanario de su iglesia. Es un lugar perfecto para hacer una escapada en familia porque, además de ser un lugar misterioso, ¡está rodeado de naturaleza! ¿Vamos?
Espacio Natural de las Guilleries-Savassona
El Pantano de Sau se encuentra dentro del Espacio Natural de las Guilleries-Savassona, un paisaje lleno de bosques y acantilados que parecen salidos de un cuento.
Por los alrededores se pueden hacer muchas actividades, desde paseos fáciles para hacer con los niños hasta una verdadera aventura en familia con piraguas, ¡o incluso rutas en BTT! Sin embargo, para empezar con los más pequeños lo mejor es ir haciendo paseos por los itinerarios marcados. ¡Y no os olvidéis del calzado cómodo!
El pueblo perdido de Sant Romà de Sau
Si vamos al Pantano de Sau es obligatorio ver Sant Romà de Sau, ¡por supuesto! O, al menos, lo que queda de él. Este era el pueblo que había antes de que el pantano fuera inaugurado en 1962. Era una pequeña villa que sus vecinos tuvieron que abandonar por la creación del embalse. Desde que quedó inundada bajo el agua comenzaron todo tipo de leyendas sobre su origen y su final.
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Ahora sólo es posible ver el campanario de su iglesia románica construida en el siglo XI. Sin embargo, no siempre se puede ver este campanario, ¡quizás hay que tener suerte! Sólo se ve cuando el nivel del agua del pantano es bajo, así que si vais expresamente para verlo, mejor aseguraos antes del nivel del agua.
El monasterio de Sant Pere de Caserres
Otro lugar de los alrededores de visita obligada es el monasterio de Sant Pere de Caserres. Para llegar sólo hay que cruzar la presa del pantano y bordear el embalse hasta el monasterio. Mejor ir en coche porque son unos 5 kilómetros aproximadamente.
Allí se ha conservado todo tal y como estaba para mostrar cómo vivían los monjes benedictinos del siglo XI, y se pueden visitar la mayoría de sus habitaciones: el comedor, la cocina, los dormitorios de los monjes, el claustro e incluso la hospicio. ¡Una visita a la naturaleza combinada con un toque cultural!
➡ Mira la excursión al Pantano de Moià AQUÍ
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